domingo, 20 de enero de 2013

Si por casualidad ...


¿Y si por casualidad ... nos encontramos?
Tú caminas una tarde de verano por una ciudad en el mundo, justo antes de que se ponga el sol. Puede que vivas ahí, o puede que estés de viaje. Puede que quieras huir de ti mismo. O puede que simplemente quieras dar el último paseo del día.
Yo deambulo por la misma ciudad, y a la misma hora. En ese momento busco mi momento favorito del día, ese en el que la luz se va muriendo y te deja pensando si la volverás a ver al día siguiente.
Hay mucha gente. Parece que todos hayamos tenido la misma idea. Va a ser difícil que nos encontremos. Pero no anticipemos, dejemos que suceda.
Hay un momento en el que sientes el frío de la noche llegar a ti, y decides volver a casa, o al hotel, sin saber que esa decisión te cambiará la vida. Atraviesas un parque junto a un pequeño lago porque te parece bonito como itinerario de vuelta. Hay menos gente. Todos se retiran buscando protegerse de la noche.
Yo camino junto al pequeño lago, mirando las aguas tranquilas como sábanas estiradas en una cama recién hecha.
En ese momento me ves. "Esa chica ... ", piensas. Algo te hace cosquillas en el cerebro, en los recuerdos. "Ese pelo de fuego, esa silueta ... "
En cuanto a mí, el ángel del destino me acaba de dar una bofetada, y con cara de enfado me grita que me gire. De ello depende mi vida futura. Lo hago.
Y se produce el momento. Te miro a los ojos. Miras a los míos. El reconocimiento supremo, momento irrepetible, porque nunca volverá a darse. Disfrutémoslo por unos segundos.
Te acercas nervioso, te lo noto. Yo también lo estoy. Ha pasado tanto tiempo. Y la casualidad, tan traicionera y perversa otras veces ha querido que dos personas se encuentren en el mismo lugar y al mismo tiempo. ¿Es posible tanta bondad? ¿Tanta felicidad? Todo alrededor se vuelve silencioso de repente.
Llegas a mi altura, me miras sereno. Aspiras mi aroma, y algo me dice que te gusta. Me dices en español: "Hola". Te respondo en polaco: "Halo".
Estamos tan emocionados que ni siquiera nos damos cuenta de que en ambos idiomas la palabra solo varía en un baile de vocales. Sí, una nueva casualidad, y nos reímos cuando nos percatamos.
Pero durante esas risas no dejamos de mirarnos a los ojos.
[Dedicado a Pedro G. por tratarme en todo momento como un perfecto caballero]

5 comentarios:

  1. Grácias mi Sirena. Te llevaré siempre en mi corazon.Cuídate kocham Ciê
    Pedro G.

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    1. En ese corazón tuyo siempre encontraré la calidez que me ha faltado en mis días duros de invierno. Kocham cie.

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    2. Allá donde estes te acompañaré siempre mi sirena.Nunca te olvidaré. Lo sabes, la distancia no es el olvido la pasión nuestro lazo. Quiero abrazarte. Kocham cie!!!

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  2. ..casualidad....bonita!

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  3. Otra de mis entradas favoritas. De las que más orgullosa estoy.

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