Ese momento único e irrepetible al que volvemos como refugio en los temporales. Esa noche de verano en Katowice, contando las estrellas sin dejarme ni una, porque me sabía mal. El frescor de la brisa de jazmín en las plantas de mis pies. Mis ojos acariciados por la luz nocturna. El refugio perfecto. Hoy también. Allí acudo cuando no estoy recta, a ese momento concreto. A sentirme protegida ... y en silencio.
[Dedicado a Str por dar de comer a los animalitos que tanto me gustan, y por ser mi refugio un día de enero]
..no pares de contar estrellas, en algun momento, sentiras la mejor caricia entre brisas de jazmin...y entre el silencio te susurrare lo bella que eres..
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