Que calorcito más agradable, por favor. Me sobra hasta el bikini, pero no es cuestión de montar el numerito, claro. ¿Te acuerdas, Yekaterina, cuando en aquella playa nos lo quitamos todo y nos echaron? Los tíos de la playa abucheaban a los guardias. Eran incondicionales nuestros. Para siempre.
El calor me aturde y me adormece. Me gusta la sensación de hormiguitas recorriendo mi estómago y mis piernas. Voy a echar una cabezadita. Avisadme cuando os vayáis, no sea que me quede aquí y me queme. Que tengo la piel blanca curtida por la nieve del invierno del este. Dormida me quedo. No hagáis ruido.
shhhhhhhhh ...
Me vais a despertar, y ahora no me conviene, que estoy soñando con el verano eterno de helados de vainilla y risas de niños.
..duerme y sueña...que buenaaa!!
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