miércoles, 2 de enero de 2013

Magnolia


No es una canción. Es una caricia. Un despertar prontito un día de agosto, cuando la brisa nocturna de aromas de jazmín aún permanece. Es un meter los dedos entre mi pelo recién lavado. Es moverte lentamente, una vez más con los ojos cerrados, y darte cuenta que sigues conservando la risa de niña pequeña y traviesa.
Es bailarla también, pero sin prisas, como cuando te tomas una infusión calentita en un día de invierno, que pegas las manos a la taza como si fuera un radiador. Tomarse esta canción a sorbitos.
Bailar "Magnolia", mmmmh ... Gracias, señor Cale, solo por esto la vida ha merecido la pena.

2 comentarios:

  1. .,disfrutandola, la vida ofrece estas cosas, y tu sabes aprovecharlas...la musica te hace ser asi....tan especial, no dejes de escucharla....disfrutala!

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    1. Bailo esta caricia, ojitos cerrados, abrazada a mí, con suaves contoneos hechos de luz y serenidad.

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