Hoy me han hablado de ti. A media tarde recibo la llamada desde España de una querida amiga que dejé allí en la soledad arrugada de una gran ciudad, y que me chilla al otro lado del teléfono algo acerca de un chico y una guitarra. Al principio no entiendo nada. Maldita rusa del demonio, a ver cuándo aprendes a hablar castellano, porque lo del polaco ya lo doy por imposible.
Cuando me percato, empieza el carrusel de recuerdos que parecen venir de otro mundo, y parecen colarse por una rendija en éste, el país de las chicas azules.
Sin pensarlo dos veces me pongo gorro, abrigo, bufanda, el equipaje entero. He de escribir, he de escribir esto que tengo dentro. Y para ello necesito mi banco en mi parque. Mi padre me mira alucinado, y me pregunta que a dónde creo que voy con estos fríos. Le contesto que he quedado con un chico, en el parque. Y salgo pitando, saltando los escalones de tres en tres, tal es mi ansia de escribir. Y es que es verdad, he quedado con él en el parque, permitidme esta metáfora literaria, amables lectores.
Llego a mi banco. Es noche cerrada, y tenemos diez bajo cero. Aparto la nieve del asiento y me aposento con el portátil en las rodillas. Alrededor, tan solo el silencio blanco de la noche.
Escribo frenéticamente, escribo sin temor y esperanzada. Escribo como si la vida me fuera en ello. Escribo desde el alma y las tripas, desde las lágrimas azules y los dientes blancos, con los ojos entrecerrados para soportar tan terrible frío.
Al rato te veo. A mi izquierda, una figura negra se acerca en la noche. Oigo tan solo el crujido de tus pisadas en la nieve dura. A la espalda llevas la guitarra, esa con la que cantas al mundo y a la noche, esa sin la que tu vida no tendría sentido.
Llegas a mi banco, y no me atrevo a mirarte, tan nerviosa estoy. Por el rabillo del ojo noto que te sientas. El silencio es absoluto, y mis manos tiemblan sobre el teclado. Percibo en la periferia de mi visión que has descolgado tu guitarra y la afinas. No hablas, tan solo me miras.
Hay un momento en el que solo se escucha mi respiración y el vaho que sale de mi boca. Cierro los ojos, bajo la barbilla al pecho, pues tocas las primeras notas de una canción.
Dios, reconocería esa canción en cualquier parte. Son las primeras notas de "Downstream", mi canción.
Logro retener una lágrima antes de que salga y se congele. Lentamente me pongo en pie, y avanzo unos pasos. Me coloco bajo la luz amarillenta de una perdida farola en la noche. Me abrazo a mí misma, cierro los ojos y me muevo lentamente sobre el mismo sitio. La canción avanza, como la vida, sabiendo que algún día terminará. Cuando acaba de sonar esa última nota abro los ojos. Estoy sola en el parque nevado. En el banco tan solo está mi portátil recibiendo la nieve generosa en la pantalla.
No hay nadie a la vista, y sin poderlo soportar caigo de rodillas en la nieve, sollozando. Al ratito logro ponerme en pie, recoger el ordenador y volver a casa.
En la nieve voy dejando unas huellas a medida que avanzo hacia la salida. No me he dado cuenta de que hay otras huellas que se alejan del mismo banco ... pero en dirección contraria. Junto a esas huellas hay un surco estrecho y continuado, como si la persona a la cual pertenecen hubiera arrastrado algo por la nieve. Quizás una mochila, quizás una guitarra, quizás ... su alma.
Qué extraño recordarte tan a menudo, qué extraño sentirme en ese banco del parque contigo, qué bueno saber que estás ahí, que estás bien y que no me olvidas... Yo a ti tampoco, claro, aunque te hayas alejado tanto... :)))
ResponderEliminarSupongo que eres Luigi. Te he sentido a mi lado. Por eso no me atrevía a mirar. Para mantener la llama de la ilusión encendida en ese parque. Afuera nieva, y pego mi frente al cristal frío. Feliz cumpleaños, amigo.
EliminarSí, soy yo, has conseguido que me haga un perfil Google+ sólo para poder seguir tus andanzas... Me alegra mucho saber de ti y aún fantaseo con poder escuchar discos a oscuras sentados en el suelo de mi salón. Quién sabe? Quizá algún día... Gracias por tu regalo de cumpleaños, yo también te haré uno un día de estos, aunque, como con lo de los discos, no sé si habrá que esperar mucho...
Eliminar..grandisima narracion, si tuviera que elegir una palabra para definirla esa seria "envolvente"..EVA!
ResponderEliminarEsta, junto a SOLEDAD y BAILAR, BAILAR Y BAILAR son de las que más satisfecha estuve.
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