Cumplir los 20, y sin despeinarte un pelo.
Sí, señoras y señores, que se detenga el mundo porque hoy cumplo los 20, los locos años 20. Pero mira por donde a mí la locura se me adelantó hace tiempo ya.
Y para celebrarlo aquí estoy, junto al lago. Porque yo me monto el picnic en un plis plas. Estáis invitados, que lo sepáis. He traído frutitas del bosque oscuro y vino de pura cepa. He traído lisonjas y agradecimientos dulces. He dejado atrás las penas y las soberbias, para aparecer ante vosotros desnuda de cuerpo y alma. Bueno, de cuerpo no de momento, que todo llegará.
¿Y vosotros? ¿Recordáis vuestros 20? Quizás sí, o quizás preferís olvidar. Pero la cuestión es que aquí están, y amenazan con quedarse toda una larga década.
Tendremos paciencia pues. Sí, mucha paciencia. Y si queréis quedamos para dentro de diez años, para los 30. ¿Qué? ¿Qué decís? ¿Qué dónde quedamos? Pues aquí, en este mismo lugar, junto al lago.
¿Os apetece?
[Dedicado a Manuel, con quién he conversado, entre otras cosas, en este el día de mi cumpleaños]